Las quejas sistemáticas del kirchnerismo local, en cuanto a la supuesta inequidad del gobierno de Cambiemos en la administración de fondos coparticipables, discrecionales y de asignación específica, obligan a repasar la realidad a la luz esclarecedora de los números.

Según datos del Ministerio de Economía de la Nación, el Chaco, recibió en concepto de Coparticipación Federal de Impuestos de enero a agosto de 2015, $13.280 millones, mientras que en igual periodo de este año lleva recibidos $16.878 millones, o sea, $3.598 millones más, lo que representa un incremento del 27% en este concepto. Eso es mucha plata y hay que tener en cuenta que este crecimiento se produjo a pesar de la resignación de recursos por efecto de la suba del mínimo no imponible de ganancias de trabajadores y jubilados, largamente demandado al kirchnerismo, que Cambiemos escuchó y resolvió antes del año de gestión.

Algo similar paso con el Fondo Federal Solidario (Fondo Sojero). Mientras en el periodo enero/agosto de 2015 recibimos $576 millones, en el mismo periodo del año en curso ingresaron $730 millones, es decir, $154 millones más, lo que representa también un crecimiento interanual del 27%. Hay que tener en cuenta que el incremento en estos envíos se produce a pesar de haberse bajado las retenciones a las exportaciones de soja del 35 al 30%, con el consiguiente alivio en la carga fiscal que esto representa para las economías regionales.

Por otro lado, en mayo de este año, el Gobierno Nacional acordó con las Provincias, devolverles hacia adelante la retención de los fondos coparticipables de la ANSES, algo que fue sistemáticamente negado durante los doce años de gestión kirchnerista. A raíz de este reconocimiento, el Chaco recibiría más de $2.000 millones adicionales este año, entre recursos coparticipados y créditos. Estamos hablando de casi el equivalente a una coparticipación extra.

Además, hay que tener en cuenta los permanentes adelantos de coparticipación que el Gobierno Nacional le transfiere a la Provincia, dada la ajustada situación financiera que recibió la actual gestión; explicada básicamente por el exorbitante gasto en empleo público, que insume prácticamente todos sus recursos corrientes. Alrededor de 100.000 chaqueños (un 10% de la población) dependen de la Provincia, entre empleados públicos, jubilados y personal de las empresas del estado provincial.

Adicionalmente, en el periodo bajo análisis, enero/agosto de 2016, la ANSES, a través del pago de sus diversas prestaciones, jubilaciones, pensiones, AUH, y otros, volcó alrededor de $4.000 millones al circuito económico provincial, lo que implica en total que la Nación derivó en los primeros ocho meses al Chaco alrededor de $22.000 millones, casi un 40% más que hace un año.

En cuanto a la Obra Pública, en el Gobierno Nacional se maneja la siguiente información para el Chaco:

Vialidad Nacional

Autovía Ruta 16 Resistencia/Makalle: $1.000 millones

Autovía Ruta 11 en Resistencia: $1.300 millones

Repavimentación Ruta 16 S. Peña-Sgo.Estero: $1.000 millones

Repavimentación Ruta 11 Resistencia-Formosa: $600 millones

Ruta Provincial 13, Pinedo/Villa �ngela: $400 millones

Accesos a diferentes pueblos: $300 millones

Pavimento Urbano en diversas localidades: $300 millones

TOTAL: $4.900 millones

Ministerio del Interior, Obra Pública y Viviendas

Viviendas con ejecución normal: $220 millones

Viviendas por iniciar: $360 millones

Viviendas sin información de la Provincia: $1.300 millones

Viviendas Terminadas: $40 millones

Otras Obras Publicas en ejecución: $300 millones

Otras Obras Publicas a licitar o a iniciar: $280 millones

Otras Obras Públicas Paralizadas: $80 millones

Otras Obras Publicas en Estudio: $140 millones

TOTAL: $2.700 millones

TOTAL GENERAL OBRAS: $7.600 millones

La masa salarial se queda con todo.

Hoy está de moda reclamar pendientes ajenos al frente político que conduce la Nación. Los mismos que no pudieron hacerlo en 12 años, con total control del Congreso y abuso de los decretos de necesidad y urgencia, hoy demandan el inmediato control de la inflación. La misma velocidad se exige para soluciones en otros renglones de la administración pública, la economía, el sector energético, que fueron devastados –primero- por la década menemista y luego por el kirchnerismo. Ni que hablar de las demandas sociales.

Parece que nada alcanza; pero lo que todos callan, es que es el excesivo gasto salarial provincial, consecuencia directa de haber duplicado la cantidadde empleados públicos en los últimos 8 años, lo que condiciona la capacidad de maniobra de este gobierno provincial, más allá de su signo político.

El populismo que nos gobernó los últimos años, instalo la idea de que el Estado es quien debe dar trabajo, cuando en realidad su responsabilidad primaria es que se ocupe de crear las condiciones económicas, financieras, fiscales y sociales para que sean las actividades productivas más competitivas las que generen más y mejor empleo privado, empleo genuino. Esos son criterios de sustentabilidad, no la repartija de cargos para afiliados, parientes o amigos, como ha venido ocurriendo en la provincia sin que se produzca la más mínima reacción por parte de los partidos de oposición, la cámara de representantes, los sindicatos o los organismos de control.

Hemos gestado una conducta irresponsable y autodestructiva de mirar para otro lado, de eludir las cuotas de responsabilidad en la desatinada gestión del empleo público, despilfarradora de recursos que no dejan de llegar a nuestra provincia, mientras los pícaros de siempre reclaman más, mienten que la plata no llega y siguen con la fiesta que siempre nos condena a perder todas y cada una de las oportunidades de alcanzar un desarrollo humano sustentable.