Se trata de un trabajo del Ing. Agr. Mario Mondino, referente en algodón del INTA Santiago del Estero, denominado “Destrucción de los Rastrojos de Algodón: una práctica de manejo necesaria y obligatoria para combatir las plagas de la próxima campaña�.

A lo largo de la publicación se explica cómo la eliminación de los restos culturales del algodón lo más rápido posible, se convierte en una práctica de extrema importancia para el control sanitario de las plagas a lo largo de los años.

Mondino detalla esta práctica que realizada eficientemente y en el tiempo recomendado proporciona, en los años siguientes, una menor infestación inicial de las plantas y, por lo tanto, un menor uso de productos fitosanitarios utilizados en el cultivo, que disminuyen los costos de producción y la contaminación ambiental. De ahí la importancia de que todos los productores de algodón realicen esa operación, no sólo por el beneficio para su cultivo, sino por el beneficio colectivo de los productores de la región.

El especialista del INTA Santiago recalca que la destrucción de rastrojos para que sea práctica eficiente, precisa ser adoptada por el conjunto de productores de algodón de una determinada región, pues si se ejecuta de forma aislada se vuelve ineficaz. En caso de que algunos agricultores no ejecuten la destrucción de los restos de cosecha del algodón, o lo hagan tardíamente, estarán propiciando la reproducción del picudo que infestará rápidamente y de forma prematura, los nuevos cultivos de algodón de toda la región en la siguiente cosecha.