El gobierno y la oposición tuvieron un encuentro. Sin embargo, lejos de acercar posiciones, se evidenció que el acuerdo difícilmente sea en el corto plazo.

Lo que se esperaba que sea el punto de partida para avanzar con la sesión extraordinaria de la Legislatura en la que se apruebe el pedido del gobierno de emitir un título para pagar deudas corrientes, se empantanó y todo posibilidad de entendimiento quedaría para 2026, las negociaciones entre el oficialismo y el PJ por la emisión del bono de consolidación de deudas de hasta $300.000 millones no avanzó.

Es que el punto central que traba un acuerdo es la exigencia de parte del peronismo de un auxilio financiero inmediato para los intendentes y a ello agregan que no están detalles de las obligaciones que se pretenden consolidar.

Fragilidad

El pedido de fondos para los municipios se da en un escenario financiero asfixiante para la provincia. En apenas unos días, el gobierno debe afrontar el pago de la segunda cuota del Sueldo Anual Complementario (SAC) a la masa de trabajadores estatales, lo que implica un desembolso considerable de recursos que hoy escasean en las arcas del Tesoro.

Esta presión por el aguinaldo no solo afecta a la provincia, sino que es el principal desvelo de los intendentes. Es en este contexto de "recursos críticos" donde el PJ ha plantado su bandera de negociación, exigiendo que el esfuerzo de ahorro no recaiga únicamente sobre las administraciones municipales.

Es que el justicialismo entiende que el Ejecutivo no está cumpliendo su parte del trato para un inicio sin sobresaltos de la nueva composición parlamentaria, a partir de no dar el quórum para la jura de los nuevos miembros y con ello no dar batalla por la vicepresidencia primera y cederla a la UCR.

"Lo que se pidió fue que se les pueda adelantar a los municipios, el 2 de enero, un monto que sea equivalente al 30 por ciento de la coparticipación que recibieron en noviembre", detallaron fuentes legislativas a este diario.

El mecanismo propuesto establece que dicho anticipo sea devuelto por las comunas en cuatro cuotas mensuales y consecutivas a partir de febrero. Para la oposición, este esquema es la única garantía de gobernabilidad en el interior provincial ante la caída de la recaudación.

Otro factor que dinamitó el acuerdo este viernes fue la ausencia de información técnica. A pesar de las reuniones mantenidas con el Ministerio de Hacienda, los legisladores opositores aseguran que aún no han recibido el listado detallado de los acreedores y las deudas que se pretenden cancelar con el bono de $300.000 millones.

"Nadie tiene absolutamente idea de qué deuda estamos hablando. Los informes tenían que haber sido enviados hace diez días y no recibimos uno solo", explicaron legisladores del justicialismo.

Con la negociación formalmente postergada, el inicio de 2026 será clave. La oposición manifestó su predisposición para crear una mesa de trabajo a partir del 1 de enero, pero bajo condiciones estrictas: el cumplimiento del giro de fondos a los municipios el segundo día del año.

Mientras tanto, el gobierno cerrará un diciembre marcado por la escasez, intentando garantizar el pago de aguinaldos sin la certeza de contar, en el corto plazo, con la consolidación de la deuda.

Antecedente

La única vez que intentó aprobarse el bono fue el 9 de diciembre, el último día del anterior plantel legislativo, en el que el oficialismo encontraba una oposición más dialoguista y heterogénea a diferencia del actual, en el que el justicialismo la mayoría de los diputados responden al exgobernador Jorge Capitanich.

Fuente: diarionorte.com